Los padres de hoy buscan cada día poder poner en practica las herramientas y habilidades que les permitan crear un ambiente y clima familiar positivo y amar a sus hijos de manera incondicional.
Una forma de hacerlo es a través de la empatia que es la capacidad que tiene el ser humano de ponerse en el lugar del otro, de buscar la manera de conocer y entender sus sentimientos.
En las relaciones con nuestros hijos, desarrollar esta habilidad de entender su mundo emocional y de ponernos en sus zapatos nos abrirá los ojos a ver quienes son nuestros hijos, a cada día conocerlos, saber sus reacciones, apoyarlos en vez de juzgarlos, a dejar a un lado la critica de sus emociones y acompañarlos a entender lo que les pasa. Suele ocurrir que cuanto tu hijo/a reacciona de una manera ante una situación lo que primero se hace es juzgar esa acción, o comunicar que eso estuvo mal, que el niño/o es malo, que siempre se equivoca, que cuando sera que aprenderá a no cometer el mismo error o incluso no hablar o comunicar sino darle una pela o ponerlo de castigo sin ningún tipo de comunicación antes o después con el niño/a.
Lo que produce confusión y más confusión en el niño/a, que no necesariamente entiende lo que hizo o lo que paso y la reacción que como padre o cuidador se tiene con el lo puede confundir aun más. Esto no permite que se de un aprendizaje de lo que ha pasado, por ende esa conducta si no era adecuada puede seguir repitiéndose.
Y aquí esta la importancia de que como padres o tutores ante una conducta o comportamiento que entendamos no es correcta en vez de inmediatamente reaccionar sin pensar, lo que no traerá ningún cambio o aprendizaje en esa conducta, tomemos un momento para reflexionar y ponernos en el zapato de ese niño/a y actuar preguntándole que paso y haciéndole preguntas que puedan llevarlo a ver y entender lo que paso y permitirle de ser posible poder rectificar y tomar una decisión sobre lo que paso.
Veamos un ejemplo:
Jorge esta en casa con su hijo pequeño Ramón de 5 años, están en la sala jugando, el padre se para un momento para buscar algo en la cocina, cuando regresa para seguir jugando con el niño, Ramón toma un jarrón de la mesa y lo tira al piso, a Jorge no le da tiempo de evitar que esto ocurra, al ver la acción reacciona llamándole la atención fuertemente, dándole en sus manitas y diciéndole que es un niño muy malo y que siempre anda rompiendo las cosas, sin tener cuidado de nada. Lo envía a su habitación y le dice que no volverá a jugar con el porque es un niño que se porta muy mal.
De este ejemplo podemos ver varias cosas:
– El padre reacciono inmediatamente sin antes reflexionar que le habrá pasado el niño si ellos estaban muy tranquilos jugando, y el niño rompe este jarrón sin motivo aparente.
– Jorge pudo preguntar a su hijo Ramón ¿Qué te pasó hijo? o ¿Qué pasó con el jarrón? y esperando la respuesta y dependiendo de esta, dar la información al niño de que eso no es correcto y porque no lo es ( por ejemplo es una adorno de la casa que debemos cuidar, pudiste hacerte daño o cortarte tus manitas, no es un objeto para jugar pero si tus juegos como la pelota, bloques, etc).
– El papá no separo la acción del niño de tirar el jarrón de lo que es su convivencia y tiempo de calidad con el niño es decir no solo lo castigo por el hecho hablándole fuerte, dándole en sus manitas y con palabras negativas sino que también le quito su tiempo de calidad porque ya no volvería a jugar mas con su hijo.
¿Qué significaría todo esto para el niño?¿Que ideas o pensamientos estarán pasando por su cabeza? ¿ Pensara que verdaderamente es un niño malo y por ende debe comportarte así? ¿Pensara que si ya su papa no jugara con el, entonces debe seguir siendo ese niño malo? ¿Qué sus manitas son malas y solo hacen cosas malas y tal vez seria mejor no usarlas?
¿Cómo podemos aprender a practicar la empatia con nuestros hijos? Aquí comparto contigo 5 herramientas .
1. Reconociendo que nuestros hijos son seres humanos y que por ende al igual que nosotros tienen emociones y sentimientos que en algún momento pueden variar o cambiar, o mezclarse en el sentido de que nuestro hijo puede estar feliz y repentinamente estar molesto.
2. Evita juzgar sus emociones: Los psicólogos decimos que las emociones no se juzgan o se critican sino que se respetan es decir, tu hijo puede llorar porque se le perdió un carrito, y para ti esto no tiene sentido ya que el tiene muchos carritos por lo tanto le dices que deje de llorar, que no tienes que llorar por esa tontería, pero realmente tu no sabes lo que significa para el ese carrito y decirle que es una tontería o que deje de llorar lo hará sentir peor y también de que tu no lo entiendes.
3. Pensar antes de reaccionar. Cuando tu hijo se equivoque, cometa un error o realice una conducta no deseada, antes de reaccionar piensa que habrías hecho tu o como habrías reaccionado, como te gustaría que te corrigieran, te gustaría que te hablaran mal, que te pegaran o que con paciencia te explicaran lo que paso.
4. Ante una conducta inadecuada que las consecuencias tengan relación con la acción del niño no con su persona es decir en el ejemplo de Jorge y su hijo, el padre lo corrigió por haber tirado el jarrón, con castigo físico, verbal y tiempo fuera pero también le informo que no volvería a jugar mas con el y que el era un niño malo, lo que indica que el niño no solo tuvo consecuencias físicas y verbales sino que también su papa no separo la conducta de la persona y lo definió como una persona mala, no una persona que realizo una acción incorrecta o una persona que realizo una acción que podía causarle daño.
5. Ayúdale a expresar lo que siente: puedes hacer preguntas a tu hijo/a sobre lo que le pasa por ejemplo ¿Parece que te preocupa algo? ¿Qué te paso con tu amiguito? ¿Qué crees sobre lo que dijiste? ¿Cómo te sentiste cuando tu amiguito te pego? Preguntas que le permitan a tu hijo ponerse en contacto con sus emociones y verbalizarlas.
6. Siendo coherente entre lo que dices y haces: Si dices que en la casa no se puede hablar mentiras pero constanteme lo haces, y tu hijo lo ve no puede sorprendente de que tu hijo también lo haga, Es importante estar claro que lo que hacemos y decimos van de la mano y no están divorciados.
Ser empático con tu hijo te permitirá conectar con el, reconocer sus necesidades, ayudarlo en lo que necesite, le permitirá confiar en ti, acercarse sin miedo cuando haya cometido un error, contarte sus ideas, como se siente, preguntar lo que no sabe, llorar cuando quiera llorar, ver todo lo bueno que tiene tu hijo, guiarlo, amarlo, y sobre todo permitirá no solo conocer sus sentimientos sino también los tuyos.
Ser empáticos con nuestros hijos y aprender a ponernos en sus zapatos es un reto, se logra con la practica, así que ANIMO ¿Tu puedes lograrlo?
Espero que estas reflexiones puedan ser de ayuda y beneficio para ti, tu familia y tus hijos. Para mi seria muy importante que puedas compartir conmigo tu opinión o tu experiencia ¡Comenta!: Debajo de este artículo hay una caja de texto donde me encantaría que escribieras (valido de forma anónima si lo deseas). Y también puedes compartir el articulo con una persona que lo necesite.
Recuerda que siempre estoy aquí para ayudarte y acompañarte.
5 comentarios en “Cómo aprender a practicar la empatia con los hijos”
Me parece que estos artículos son muy buenos, dejan una gran enseñanza y reflexión. Pronto seré padre de un varón y me encantaría ser el padre perfecto, sé que voy a cometer errores y espero de corazón espero que no sean tan graves, estos textos, me ayudan a visualizar otro lado de la educación.
Saludos
Seras un excelente padre Isaac no lo dudes, declara en tu vida que seras el mejor y que tendrás la capacidad de aprender y de rectificar cuando sea necesario.
Que bueno que mis artículos te ayuden de esta manera.
Escribí un libro llamado Aprendiendo a ser mamá aunque esta dirigido a las madres creo que parte del contenido te puede ayudar muchisisimoooo
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Siempre a la orden!
Jeymi Febles
Gracias, me hizo muy bien conectarme con lo que dijiste. Ví con claridad que mi madre tomó esta postura e hizo de mis sentimientos algo que poder trabajar y compartir con ella. Espero ser tan bueno en ello como para que mis hijos sean así de felices como lo soy yo.
Que bueno Gonzalo que hayas tenido esta linda experiencia, verás que seras mas que bueno serás extraordinario.
Que buen articulo, toda la herramienta que compartes para mi es de gran utilidad, porque con ella me apoyo para hacer más dinámicas las charlas que brindo en los grupos de crecimiento y desarrollo, gracias!!!