A mis 39 años he aprendido

En estos 39 años de mi vida he llegado a las siguientes reflexiones: 

–        Que la humildad es un valor incalculable en el cual todos los seres humanos deberían trabajar, porque con ella aprendes muchas cosas: Lo bonito de vivir una vida sencilla, autentica y genuina. Pero también el respeto por el otro por sus decisiones y por la forma en la que decide vivir, y desde ahí entender que nadie es mejor que nadie ni está por encima de nadie.

–        Que tener mucho dinero no da la felicidad ni te hace mejor; pero ser auténtico/a en tu forma de ser y vivir es el mejor ejemplo para darle a tus hijos, pero también es un manera en la que inconscientemente inspiras y motivas a otros.

–        Que conocer el dialogo interno es necesario, para tener conversaciones francas y certeras con uno mismo, porque de esas conversaciones puede venir la claridad que necesitas para tomar decisiones, para poner límites personales, incluso para, aunque sea doloroso alejar de tu vida a personas que por mucho tiempo te han hecho daño.

–        Que practicar el perdón una y otra vez luego se convierte en un hábito, que te ayuda a dejar pasar, a no darle más importancia a las cosas e incluso a sentir la paz de que olvidas lo que paso y sigues adelante sin cargas extras como la que causa el resentimiento.

–        Que no todo lo que se piensa se dice y más sin la certeza de como eso que puedes decir puede destruir en vez de edificar a quien recibirá tus palabras.

–        A respetar y 70 veces 7 como dice la biblia,  respetar a los demás aun cuando no lo recibes de la misma manera, pero SOBRE TODO respetarse a uno mismo, respetar los deseos, las decisiones, la forma de ser.

–        Que no podemos permitir que nadie minimice nuestros sentimientos y nos diga que está mal lo que sentimos y como lo sentimos, como decía un profesor de cuando estudiaba psicología: los sentimientos no se critican, los sentimientos se acompañan y respetan, si tu hijo llora no le puedes decir llorar es de débiles o que esta llorando por una tontería, para ti lo podrá ser, pero para tu hijo no, entonces cero críticas y más acompañamiento. Igual si tienes una ruptura de pareja o algo no te salió bien en el día, que alguien te diga que no está bien que estés triste o que nadie se merece tus lágrimas, no le escuchas y permítete llorar todo lo que sea necesario para sanar.

–        Que todo el mundo está viviendo sus propias luchas y sus propios problemas, y lo que necesita a su lado no es escuchar críticas, acusaciones o la frase “ es que lo estás haciendo mal, tu deberías” cuidado con el poder que le das a lo que otros te quieren decir y más cuando lo hacen con estas frases, todo lo que comienza así, es alguien hablando de su experiencia y forma de pensar y no necesariamente tomando en cuenta tu vida. He aprendido que es mejor andar por el mundo dejando detalles, palabras, cartas, presencia, escucha real, dejando amor, palabras de afecto y afirmación.

–        Celebrar los éxitos, los logros, los cumpleaños, los embarazos, los nacimientos de todas las personas que me rodean llena mi vida de satisfacción y alegría, porque es una manera de compartir, de crear vínculos importantes y de también estar presentes en la vida de aquellas personas que son importantes.

–        Que vivir el presente de lo que haces es necesario para que la vida no te pase como un video en cámara rápida enfocado en el futuro o en cámara tan lenta que te deje anclado/a en el pasado. La vida es ahora y es necesario vivir cada momento, es necesario sentarse a beberse tranquilamente el café y ser consciente de que lo estás haciendo, es necesario dejar los celulares y la Tablet y tener más conversaciones de calidad, es necesario hacer silencio y callar las opiniones y comentarios propios para verdaderamente escuchar al otro.

–        Por último: Hay una relación con alguien que es una de la más importante y en la cual cada día hay que trabajar incansablemente y esa es la relación contigo, tu amistad contigo, tú eres la persona que siempre estas contigo, que te acompaña a todos los lugares y cuando llegas a ese punto de sentirte cómodo/a, de hablar, de escuchar, de conocerte, de recordar tus límites, de recordar darte amor, cariño y respeto, entonces habrás encontrado la manera de vivir en armonía. Cuando hay una relación verdadera con quién eres, no hay espacio para la soledad, no hay necesidad de buscar que otros personas llenen espacios o vacíos, porque estos ni siquiera estarán presentes en una persona que se ama, que se valora y por sobre todas las cosas tiene autoestima.

Los aprendizajes, los cambios no se dan o se logran de un día para otro, pero si con un trabajo y constancia, y esfuerzo de muchos años.

Hoy soy más consciente de mí, de mi vida, de quienes me rodean y soy agradecida por cada gesto, cada palabra, cada momento, cada vivencia y experiencia, agradezco llegar a 39 años con la madurez espiritual anhelada y con deseos de seguir trabajando y cambiando para cada día ser mejor y dar lo mejor y sobre todo para seguir aplicando y descubriendo como Vivir en Armonía.

Y tú a que reflexiones has llegado, cuéntame en los comentarios?

Jeymi Febles

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
Ir al contenido