¿Cómo vivir una Navidad equilibrada entre el optimismo y el pesimismo?

A veces nos sentimos como en una balanza: de un lado, el optimismo extremo que ignora los problemas; del otro, un pesimismo rotundo que no deja ver la luz. Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre cómo encontrar un punto medio saludable, permitiéndote sentir cada emoción sin máscaras.

Los dos rostros de la Navidad: ¿Con cuál te identificas?

En esta temporada es común encontrarnos con dos posturas muy marcadas. Por un lado, están quienes abrazan el espíritu navideño con una energía desbordante, a veces incluso ignorando el cansancio o el estrés laboral. Por otro, están quienes ven en estas fechas solo nostalgia, soledad o la carga de lo que no pudo ser.

Lo cierto es que ninguno de los dos extremos es del todo sano. El optimismo ciego nos puede llevar a negar nuestras necesidades básicas, como el descanso o el poner límites . Mientras tanto, el pesimismo radical nos cierra las puertas a disfrutar de momentos preciosos que, aunque pequeños, pueden nutrir nuestra alma.

¿Es malo ser pesimista en Navidad?

No se trata de que sea «malo», sino de entender qué hay detrás. A veces, el pesimismo es un escudo ante la soledad o la falta de empleo. Sin embargo, quedarnos anclados ahí nos impide ver que la vida sigue ofreciéndonos oportunidades. No tienes que fingir una felicidad que no sientes, pero sí puedes permitirte un espacio para el autocuidado.

El riesgo del optimismo tóxico

Por otra parte, querer ser «la estrella del árbol» a toda costa, aun cuando estamos trabajando 12 horas al día y agotados, también es una forma de descuido personal. Negar la frustración o el cansancio solo porque «es Navidad» no hace que estos desaparezcan; al contrario, los acumula.

Escucha este episodio especial: Un toque de humor para reflexionar

Para profundizar en este tema de una manera diferente, he preparado un episodio muy especial en mi podcast Vivir en Armonía. En esta ocasión, me acompaña Enmanuel Chaves, un talentoso creador y podcaster, con quien comparto un sketch que te hará reír pero, sobre todo, te hará pensar.

A través de la historia de dos amigos con visiones opuestas de las fiestas, exploramos esa delgada línea entre la ilusión y la realidad. ¡No te lo pierdas!( Haz Clic en la Imagen)

La clave: Una gestión emocional coherente

La verdadera armonía no nace de estar siempre felices, sino de ser coherentes con lo que sentimos. En el video conversamos sobre la importancia de:

  1. Validar tus emociones: Si te sientes solo o triste, está bien expresarlo. No te niegues a sentir.

  2. Poner límites: Aprender a decir «no», especialmente cuando el trabajo o las expectativas sociales nos abruman, es un acto de amor propio.

  3. Cuidar tu tiempo de calidad: Ya sea que pases las fiestas acompañado o contigo misma, date el permiso de disfrutar algo que te guste, sin etiquetas de «perdedora» o «exitosa».

La vida es fascinante, como decía Alejandro Dumas, pero solo si aprendemos a mirarla a través de las gafas correctas. Ni tan oscuras que no veamos el camino, ni tan brillantes que nos impidan ver los baches.

Un brindis por el equilibrio

Te invito a que estas navidades brindemos por un manejo coherente de nuestras emociones . Por sobrevivir a las fiestas siendo fieles a nosotros mismos, respetando nuestro cansancio y abrazando nuestra esperanza de manera realista.

Si sientes que estas fechas están pesando más de lo normal o que te cuesta encontrar ese equilibrio emocional, quiero que sepas que no tienes que transitar este camino sola o solo, yo estoy aquí para acompañarte.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
Ir al contenido