El ser humano en algún momento en las interacciones ya sea con sus hijos o su pareja puede llegar a utilizar otros nombres indicando una conducta que para esa persona resulta repetitiva y en muchas ocasiones no es positiva.
Esos nombres reciben el nombren de Etiquetas. En el caso de la relación padres e hijos que es la que nos interesa. Las Etiquetas son todos aquellos rótulos, palabras, nombres o significados que ponemos a la conducta, comportamientos y las acciones de los hijos.
Esas palabras, rótulos, nombres desaprueban la conducta de los hijos y de alguna manera llegan a etiquetar y marcar su persona.
En muchas ocasiones los padres desconocen el efecto de etiquetar a sus hijos, y como esta afecta no solo la conducta o el comportamiento sino también la persona. Cuando los padres incurren en esta práctica el niño comienza a sentir dos cosas:
- Que lo limitan: es decir que el niño solo tiene esa sola manera de ser y de comportarse.
- Que es de esa manera: que por más esfuerzos que haga por cambiar o ser diferente nunca lo lograra.
El uso de las Etiquetas negativas trae como consecuencia en los hijos:
- Problemas con la Autoestima.
- Incapacidad para reconocer las cosas buenas como las virtudes y capacidades.
- Desmotivación para hacer las cosas.
- Heridas profundas en el corazón.
- Inseguridad
- Pensamientos recurrentes en la etiqueta
- Asumir que eso por lo cual es etiquetado.
- Pensamientos de que no es bueno, de que no sirve y de que nunca cambiara.
Pero esto no solo se queda ahí porque también el uso recurrente de las etiquetas en los hijos tiene sus efectos negativos en los padres como por ejemplo:
- La incapacidad de conocer verdaderamente a los hijos por estar centrado solo en las etiquetas de como es y actúa.
- Actuar sin pensar o reflexionar llevando a cometer errores con los hijos.
- Acusar a tu hijo de hacer algo y luego darte cuenta de que no lo hizo (esta acusación movida por tus ideas fijas de las etiquetas).
- Estar ciego sobre la verdadera personalidad de tu hijo.
- Quejarte constantemente de la forma de ser de tu hijo olvidándote de las cosas buenas que tiene.
- No aceptar a tu hijo tal y como es.
Muchas veces la vedad detrás del uso de las etiquetas como “Mira que torpe eres” “qué niña tan mandona” “no seas llorón” “Eres un egoísta” trae como verdad que los padres tienen altas expectativas de los hijos es decir que esperan grandes cosas de ellos, que sean niños muchas veces maravillosos y perfectos que no cometan errores y cuando los padres no ven esto sienten muchas cosas, no saben a veces como reaccionar y ahí entra esta proceso de rotular ese comportamiento que no es aceptable y que el padre no esperaba.
Para ayudarte a trabajar en tener una mejor relación con tu hijo, y decirle adiós las Etiquetas negativas quiero compartirte algunas recomendaciones:
- Anímalo y reconoce sus virtudes: Aprovecha cada ocasión que tengas para hablar de sus virtudes de todas las cosas buenas que él o ella tienen, recuerda anécdotas de cuando hizo cosas que te hicieron sentir feliz y orgulloso/a, mientras más te enfocas en estos aspectos positivos mejores resultados tendrás ya que tu hijo/a se sentirá más motivado a repetir esas conductas.
- Evita mencionar una y otra vez lo que hace mal: esto hace un efecto contrario a lo mencionado anteriormente es decir si solo te enfocas en lo que hace mal esto dificulta enormemente el cambio, segundo tu hijo/a seguirá enfocado en seguir realizando esta conducta porque es lo único que escucha, tercero no tendrá la seguridad y la confianza que necesita para hacer algo diferente porque no es eso lo que le estas transmitiendo.
- No uses las palabras “siempre” o “nunca”: estas dos palabras son fatales para la autoestima, la persona de tus hijos, decirles a ellos nuca cambiaras o siempre serás así es parecido a condenarlos a cadena perpetua en una cárcel.
- Reconoce los pequeños cambios sin esperar a los grandes logros: es importante que reconozcas cada momento en que tu hijo hizo algo diferente a esa conducta es decir que si por ejemplo al jugar con su hermano le da, jugo con él y no le dio, lo reconozcas y le hagas saber lo bien que estuvo. Aquí lo importante es que no esperes a que él logre ya erradicar la conducta por completo de no darle a su hermano mientras juegan sino que lo hagas cada vez que no lo hace, que reconozcas sus pequeños logros.
- Ser ejemplo: de lo que tú quieres que tu hijo haga y no haga. Es importante que revises tus conductas, tus acciones ya que los hijos aprenden muchas cosas de los padres.
En este tema lo importante es que si has identificado que tu hijo esta etiquetado, identifiques primero que te llevo a eso, que expectativas tenías que no se cumplieron, que tan afectado puede estar tu hijo y claro que comiences a trabajar ahora mismo en estas recomendaciones.