Despegarse de las pantallas y disfrutar en Familia

Llega un nuevo verano y con el la oportunidad de que los padres puedan compartir de una manera diferente con sus hijos, quienes están de vacaciones.

Mis hijos Nicolás, Steve y yo estuvimos conversando sobre ¿Qué pueden hacer para que  se despeguen de la pantalla y se conecten de verdad?

Las pantallas son parte del día a día, pero a veces se convierten en el centro y se olvidan las riquezas de las interacciones cara a cara, de las risas compartidas y de los recuerdos que se construyen juntos.

Cuando los miembros de la familia pasan mucho tiempo en las pantalla, cada uno está en su mundo. En cambio, cuando juegan, hablan o hacen algo juntos, se dan cuenta de lo genial que es estar con la familia.

Como cuando una familia juega al «Juego de las Pistas» en casa, o construyen fortalezas con las sábanas. ¡Esto puede resultar más divertido que ver videos solos!

Hay muchísimos beneficios al hacer este cambio, tanto para los padres como para los hijos.

Te quiero compartir cinco de ellos:

  1. Mejora la comunicación familiar: Cuando estamos juntos sin pantallas, es más fácil hablar, contarnos cómo nos fue en el día y escuchar al otro. Se abre un espacio para la conversación real.
  2. Fomenta la creatividad e imaginación: Al no tener una pantalla que nos diga qué hacer o qué ver, tenemos que inventar, crear juegos, dibujar, construir… ¡la imaginación vuela!
  3. Fortalece los lazos afectivos: Cada risa compartida, cada juego terminado juntos, cada proyecto en equipo va creando un recuerdo bonito y fortalece el amor y la unión entre todos.
  4. Desarrolla nuevas habilidades: Desde habilidades motoras finas al armar un rompecabezas, hasta habilidades sociales al negociar en un juego de mesa. Se aprende mucho sin darse cuenta. Ejemplo el monopolio
  5.  

    Crea recuerdos inolvidables: ¿Qué recordarán más en el futuro? Horas viendo videos o esa tarde que construyeron una nave espacial con cajas de cartón. Los momentos juntos son los que se quedan grabados.

Podemos preguntarle a nuestros hijos cuales esas actividades que les gustan; por ejemplo a mi hijo Nicolás le encantan las noches de películas y a mi hijo Steve: A mí cuando compartimos la música: ya sea bailando, tocando piano o la caja peruana, o cuando podemos bajar al parque a montar bicicleta.

No se trata de prohibir las pantallas, sino de ofrecer alternativas atractivas.

Una propuesta podría ser empezar con un día a la semana sin pantallas, o una hora al día dedicada a una actividad familiar.

Invita a tus hijos a que puedan proponer otras actividades que puedan hacer juntos.

Pasar un verano divertido y con limites en las pantallas es posible….. y si lo hacen podrán vivir todos los beneficios que les hemos compartido.

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