2 aspectos positivos que encubre la infidelidad

¿Creías que la infidelidad es lo peor que puede pasarle a una relación de pareja? ¿Piensas que la infidelidad es una traición imperdonable?

¿Creías que la infidelidad es lo peor que puede pasarle a una relación de pareja? ¿Piensas que la infidelidad es una traición imperdonable?

Mucho se habla sobre la infidelidad en estos días y en las consultas de pareja es un tema de tendencia. Con frecuencia veo parejas que asisten a la terapia buscando herramientas para mejorar la comunicación u otros temas, y casi siempre se menciona un evento pasado o actual que ha desencadenado en infidelidad hacia el otro. Parecería ser una de las nuevas plagas de nuestro tiempo, aunque sabemos que siempre ha existido.

Causas de la infidelidad

Existe un debate abierto y permanente sobre las causas que dan origen a un acto de infidelidad, muchos afirman que hay un componente familiar que se transmite de generación en generación, otros afirman que quien es infiel lo hace por la “curiosidad” y la “adrenalina” que le causa realizar esta conducta. Otros estudiosos en el tema entienden que la carencia afectiva que hay en la relación de pareja lleva a uno de los miembros a buscar en el amante lo que no tiene su relación actual. Y los sociólogos entienden que las sociedades de alguna manera normalizan la conducta de la infidelidad bajo ciertos parámetros o dependiendo el género (permitido más al hombre que a la mujer, por ejemplo).

Todas estas hipótesis o afirmaciones no dejan de ser lo que son, simples explicaciones que intentan encausar la infidelidad, sin embargo, no tienen en cuenta (y eso es lo que yo percibo en el terreno de la terapia) de que cada caso de infidelidad es único, tan personal como los sentimientos y pensamientos de cada ser humano. Me parece muy simplista querer buscar causas para justificar en la mayoría de los casos la conducta infiel. El buen terapeuta tiene la misión de explorar a profundidad el porqué de este comportamiento en la persona que lo realizó.

Pero, ¿qué es realmente la infidelidad?

La infidelidad es el acto de traición hacia una persona habiendo hecho un acuerdo común con la misma. El término puede ser empleado indistintamente, sin embargo se asocia generalmente a las relaciones de pareja. Se habla de infidelidad en la relación cuando uno de los miembros rompe el acuerdo que se había constituido entre ambos, y no solamente con actos sexuales con amantes, sino también en otros aspectos: económico, emocional, y por supuesto en el plano íntimo. Conozco muchas relaciones de pareja donde uno de los miembros tiene guardado su “clavito” (en mi país quiere decir una cierta cantidad de dinero) sin que el otro lo sepa para que no se lo quite o disponga de él. Por igual conozco de parejas donde uno de los miembros no sabe cuánto percibe económicamente el otro en su trabajo. ¿No es acaso esto también infidelidad?, mi respuesta: si, totalmente.

¿Qué puede tener de positivo la infidelidad?

Como terapeuta tengo la misión de ver oportunidades y sacar a flote herramientas para lograr el bienestar en las relaciones de pareja, o en cada persona en términos individuales. Los terapeutas tienen la habilidad o el “ojo clínico” de ver más allá de donde ve el usuario del servicio, de ver sus problemas desde otra perspectiva y de estar fuera del agujero donde se siente él o la pareja que asiste a la consulta.

En mi experiencia profesional he detectado, y así se lo dejo saber a mis clientes, dos oportunidades que se presentan cuando se descubre una infidelidad. De poco nos sirve quedarnos anclados en el pasado buscando causas que solamente logran culpabilizar a ambos miembros de la relación y dejan una huella imborrable. Muchos incluso, luego de una relación donde hubo infidelidad tienden a generalizar en todo el que le rodea, realizando afirmaciones tales como: todos los hombres/mujeres son infieles, no creo más en el amor, entre otras.

La infidelidad lleva a muchos a querer sentenciar al infiel, o a sentenciarse a sí mismo y cargar con esa mochila de sufrimiento durante toda la vida. Pero, vamos al punto, estas son las dos oportunidades que entiendo son sumamente positivas luego de una situación de infidelidad, en este caso amorosa, en cualquier relación de pareja:

1. Reinventar la relación: en el fondo de cualquier actitud de infidelidad existe el deseo reprimido de la persona de ser quien es, de sentirse libre, de querer comunicar abiertamente lo que piensa y siente sin sentirse juzgado, de escapar de esa imagen social que se ha impuesto, de hacer lo que siempre le gustaba… Muchas personas al entrar en una relación formal de pareja entienden que «tienen que» sacrificarse hasta el punto de negarse a sí mismo, incluyendo sus gustos y deseos. Con frecuencia, uno de los miembros de la pareja le exige al otro/a que cambie radicalmente su forma de ser o actuar, o que corte sus relaciones de amistad con ciertas personas. Al final, uno de los dos, o ambos, buscan en ese amante la conexión perdida hace muchos años.

Y es muy curioso, la mayoría de las personas que cometen infidelidad y que van a terapia se sienten muy mal por haber traicionado a su pareja, pero no se sienten mal en sí por el acto de infidelidad. Algunos expresan que ha sido un momento de libertad que hace mucho tiempo no percibían.

Dicho todo esto (y quizás se podría decir mucho más) la infidelidad puede ser un momento de reflexión para que la pareja se reinvente, para que renazca, con nuevos acuerdos, nuevas normas, donde cada uno en la relación pueda expresarse libremente y ser quien siempre ha sido. ¿Te parece esto interesante? Sería como afirmar: “he terminado mi relación de matrimonio, comienzo con una nueva, pero con la misma persona”.

2. Salir de una relación que no te suma: En la otra cara de la moneda tenemos parejas que están juntas por compromisos sociales, aun sabiendo uno de los dos que el otro le ha sido o le sigue siendo infiel, y no quieren salir de la relación por ideas como estas: ¿Qué dirá la familia de nosotros? ¿Cuál es el ejemplo que le estamos dando a nuestros hijos o cercanos?, después de todos estos años no puedo comenzar desde cero… y otras distorsiones más.

En el momento en que el ser humano aprende a quererse, primero así mismo, en esa misma medida aprenderá a amar a los demás. En varias ocasiones me ha pasado por la mente (solo por la mente) la idea de que hay relaciones de pareja cuya mejor solución a su problema de infidelidad es cortar esa relación. Si bien siempre buscamos en terapia las mejores alternativas, esa es una decisión de la pareja en sí.

Entiendo que salir de una relación de pareja donde se ha instaurado una cultura de infidelidad, en todas sus vertientes, es sumamente positivo para ambos. Es una oportunidad para reinventarse a uno mismo y empoderarse de lo que somos y lo que queremos en la vida. No digo que la separación sea lo mejor, pero en algunos casos entiendo que puede ser, y de hecho lo es, muy positivo para ambos.

En conclusión

Puedes estar de acuerdo o no con mis planteamientos, entiendo que hablar de la infidelidad desde la postura tradicional solo suma conocimiento que en la práctica no sirve para nada, nos convertimos en jueces donde siempre habrá una víctima y un victimario, como el juego del gato y el ratón, y donde esta postura solo trae sufrimiento porque ambos pierden. ¿Y si los dos fueran el gato, o ambos fuesen el ratón?

Todos los problemas tienen solución y en nuestro paso por esta vida tenemos que aprender a salir airosos de todas nuestras situaciones, sea la que sea. La respuesta a cada problema de pareja o persona está dentro de cada uno. ¿Quién dice que una relación de pareja no puede perdonarse? ¿Quién dice que quien es fiel una vez lo será durante toda la vida?, esos no son más que prejuicios, ideas distorsionadas que generalizan la conducta humana, como si las personas no tuviésemos el derecho de cambiar de rumbo a lo largo de nuestro caminar por este mundo. Porque al final, y en eso estoy bien claro, cada quién decide caminar por su propio rumbo, y que bonito es cuando en ese rumbo puedo tener a mi lado a la persona que amo.

¿Es posible recomponer una relación luego de haber pasado por una infidelidad?

Con las herramientas adecuadas es totalmente posible hacerlo.

¿Y si quiero terminar con mi relación, pero siento que no tengo la voluntad para hacerlo?

En este caso, y también en el anterior, con la ayuda de un profesional de la psicología es más fácil salir adelante para resolver esa situación o cualquier otra relacionada con este tema. Si necesitas mi ayuda profesional, déjame un comentario en el artículo.

Estoy aquí para escucharte y ayudarte.

Robert Sasuke 

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